Está ido

Con el triunfo del equipo de beisbol, los ya celebérrimos leones de Yucatán, cuya historia se puede asemejar a la de David y Goliat, la ciudad no cabe de plácemes y festejos. La algarabía ha alcanzado hasta los más solemnes y vivimos un ambiente festivo y en algunos casos eufórico. Por ello dedicamos este post a todos esos peloteros que nos hicieron vibrar hasta el último out. (Por cierto, después del home run no me di cuenta si Castillo tocó la almohadilla de home: sus compañeros lo esperaban en bola, presas del entusiasmo que no se podía ver lo que ocurría en el interior).

-Riiing, Riinnngg
-¡Aló!
-Aló ¿está el Sr Rosado?
-Está ido
-¿Cómo?
-Que no está, que está ido
-¿Ido?
-Está ido a la pelota
- ¿A dónde?
-Al parque kukulkán, a ver a los leones...
-¡Ah! Fue a ver a los leones al estadio de beisbol
-Si pues eso estoy diciendo, ¿no me oíste?

PD. Dedicado a mi tío, Raúl Rosado